Como ahora tengo un contacto más que profundo con la cultura brasileña, he podido disfrutar, por ejemplo, de películas que probablemente nunca habría conocido de otro modo, dada la escasa proyección internacional que tiene, en este caso, el cine brasileño (exceptuando casos puntuales y conocidos como Tropa de élite, Estación Central de Brasil o Ciudad de Dios).
Uno de mis recientes descubrimientos es Olga, una dura historia sobre una mujer, Olga Benario, que existió realmente, una luchadora del Partido Comunista Brasileño que acabó sufriendo los horrores de los campos de concentración nazis. Su hija, por cierto, es actualmente una historiadora y escritora de reconocido prestigio que participa en las manifestaciones contra el actual presidente brasileño.
(Foto: joaopessoa.pb.gov.br)
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