
BAJO LA ARDIENTE LUNA
En la noche que no parece noche
caminas de mi mano, deprisa,
sonriendo, como siempre,
y me llevas a un sitio nuevo,
como siempre.
En la plaza las parejas bailan
muy pegadas, sensuales,
sudando, como siempre,
y el aire huele a anarcardo,
como siempre.
El coco verde aún tiene agua
y yo ya estoy pensando en su interior,
fresco, dulce, como siempre,
y empiezo a tener sueño,
como siempre.
Como siempre, respiro
y el aire está caliente,
lame mi piel, yo sonrío,
me río hacia dentro
al recordar el invierno,
te miro, bajo esta ardiente luna,
y no querría estar nunca
donde tú no éstes.
Como siempre.
(foto: brasileiraviajante.com.br)
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