El sacerdote de la parroquia de San Lázaro, en el obispado de Padua, en Italia, organizaba orgías en dicha parroquia. En esas orgías intervenían numerosas mujeres que él mismo prostituía y que finalmente lo han denunciado.
En un ataque de sinceridad que llega hasta el racismo más idiota, el párroco admite que organizaba las orgías y que tuvo relaciones sexuales con 5 feligreses, en palabras del sacerdote "incluso hasta con hombres de color". Cuando dice "incluso", debe pensar que, para un cura, tener sexo con un negro se considera pecado doble.
Evidentemente, aparte del "crimen" eclesiástico de tener sexo siendo sacerdote, existe el propio delito legal de proxenetismo. Andrea Contin tenía páginas web donde promocionaba a sus chicas para relaciones en la Costa Azul. En su iglesia había varios vídeos pornográficos que ocultaba con etiquetas de nombres religiosos.
Por cierto, en las orgías había algunos párrocos de otras iglesias cercanas.
Como decía el slogan publicitario de la campaña para las donaciones en la declaración de la renta: "Iglesia Católica: 2000 años haciendo el bien".
(Foto: perfil.com)
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