Hoy os traigo a uno de las personas cuya historia ha despertado más mi curiosidad desde niño: Jeanne Calment. Los que me conocéis estrechamente y desde hace tiempo sabréis que siempre he sido un fan de los Records Guinness, y de hecho quizá conozcáis mi colección de Libros Guinness de los Records, que incluía todas las ediciones anuales durante más de diez años (luego es que se pusieron muy tontos, la verdad...).
Cuando empecé a coleccionarlos, allá por 1994, uno de los casos que más me llamó la atención fue el de una mujer francesa que vivía en Arlès y que tenía 119 años, siendo la segunda persona que, con absoluta certeza y de forma totalmente documentada y comprobable, había cumplido más años, detrás del japonés Shigechiyo Izumi, quien supuestamente había alcanzado la increíble edad de 120 años. Posteriormente, hace unos años, se comprobó que, casi con toda seguridad, el japonés tenía en realidad 15 años menos en el momento de su muerte, es decir, "solo" 105 años.
En cualquier caso, eso no afectaba a Jeanne Calment, puesto que, después de haber conocido yo su caso en 1994, aún vivió 3 años más, con lo que alcanzó la cifra única, no igualada hasta la fecha, de 122 años.
Jeanne Calment nació el 21 de Febrero de 1875 en Arlès, y residió toda su vida en esta preciosa localidad del Sur de Francia (por cierto, hace unos 10 años tuve la oportunidad de visitarla pero no encontré, como esperaba, una estatua o algún tipo de monumento en su honor). Su madre murió con 86 años, su hermano con 97 y su padre estuvo a punto de cumplir los 100. Por cierto, ella sobrevivió a su hija e incluso a su nieto (ambos murieron jóvenes). Se casó en 1896, con 21 años, y se quedó viuda en 1942, con 67 años (me imagino que con esa edad no esperaba vivir 55 años más).
En 1965, ya con 90 años y sin herederos naturales, Jeanne Calment firmó un acuerdo de venta con reserva de usufructo vitalicio por su apartamento con el abogado André-François Raffray, que por aquel entonces tenía 47 años. El abogado debía entregar una cantidad mensual de 1.500 francos a la señora Calment hasta la fecha de su muerte, momento en el cual el apartamento pasaría automáticamente a manos del abogado. Desde luego, el pobre señor Raffray no esperaba que Calment viviera 32 años más. En 1995, Raffray murió de cáncer, a los 77 años, mientras que Calment, a sus 120, seguía viva, y la viuda del abogado tuvo que seguir pagando durante dos años más (en total, más de 180.000 francos, aproximadamente el doble del valor del apartamento).
Desde los 110 años, Jeanne Calment vivó en una residencia de ancianos a la que se había trasladado voluntariamente después de perder visión. Esta mujer saltó a la fama internacional cuando, en 1988, al cumplirse 100 años de la vida de Vincent Van Gogh en Arlès, la entrevistaron, ya que ella había conocido al pintor en persona, cuando ella tenía 13 años y atendía en la tienda de telas de su tío, y Van Gogh había ido a comprar unas lonas. Calment lo recordaba como un hombre "sucio, mal vestido, desagradable, muy feo, descortés, grosero y enfermo". También recordaba las noticias sobre la construcción de la Torre Eiffel en París.
A los 85 años, practicaba esgrima. A los 100 años, aún montaba en bicicleta. Andaba perfectamente hasta los 114 años. Y el dato más increíble para mí: era fumadora desde los 21 años (es decir, desde 1896); eso sí, solo dos cigarrillos diarios. Por si alguien tiene curiosidad: usaba el aceite de oliva en todos sus platos (lo cual no era nada común en Francia) e incluso lo utilizaba para frotarse la piel. Todos los días tomaba un poco de vino de Oporto... ¡y casi un kilo de chocolate a la semana!
Para terminar, os dejo con una frase de la propia Calment que me hace pensar que quizá el secreto de su extrema longevidad está en el buen humor: "en mi vida solo he tenido una arruga, y estoy sentada encima de ella".
P.S.: Actualmente, la persona más anciana del mundo es la japonesa Misao Okawa, que nació el 5 de marzo de 1898 y actualmente tiene 116 años y es la sexta persona más longeva de todos los tiempos (se convertirá en la quinta si sigue viva dentro de 110 días). Una de las únicas 15 personas del mundo que nacieron en el siglo XIX y siguen vivas. Casi nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario