
Esta foto no puede ni siquiera acercarnos un poco a la sensación que a uno lo invade cuando entra en este rincón escondido en pleno corazón de Sevilla que hace muchos años me enseñó mi padre. Un sitio mágico, sin duda, al que se llega tras recorrer un corto callejón que no parece que vaya a ninguna parte cuando lo vemos desde fuera sobre todo porque está en uno de los lugares más concurridos de Sevilla pero nos lleva a una plazita sin ninguna otra salida que aquella por donde hemos entrado, tranquila, silenciosa, a la que dan las puertas de un par de maravillosas casas antiguas.
Un lugar para ir solo... o acompañado.
(foto: flickr.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario