Hoy vengo a hablaros de una hecho, una vez más, espeluznante y ridículo a la par: la llamada Cruzada de los Niños.
En 1212, unos 40.000 niños y niñas de Alemania, liderados por un joven predicador de 12 años llamado Nicolás (jejeje, que ironía de la historia), cruzaron los Alpes en dirección a Génova para iniciar una cruzada con el afán de recuperar, una vez más, Tierra Santa. Unos 30.000 niños más se les unieron en Francia, y el contingente fue recibido por el Papa Inocencio III, que les aconsejó dejar su empeño y volver a sus casas con sus familias (hay que desctacar que, durante el difícil viaje has ta Génova, un importante número de niños había muerto ya).
Un importante contingente liderado por Nicolás desoyó al Papa, así que en Génova y Marsella se embarcaron con dirección al Norte de África y a Alejandría. Y aquí viene la parte horríblemente ridícula de la historia: al llegar allí, casi todos aquellos niños y niñas fueron vendidos como esclavos. Fin de la historia.
(Imagen: rayosc.blogspot.com)
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