Hoy, un lugar de mi amada Extremadura: la Plaza Mayor de Trujillo, un lugar al que llevé a prácticamente todas las personas que vinieron a visitarme cuando vivía en Cáceres. Es una delicia encontrarse con esta maravillosa plaza coronada por la estatua ecuestre del conquistador de los Incas, y subir desde ella al resto del pueblo.
Es fantástico perderse entre el bullicio de la plaza a principios de mayo, durante la feria del queso.
Es genial abrigarse y remontar las callejuelas barrocas cuando hace ese frío intenso en invierno, para llegar a la casa de los Pizarro, en la parte alta, totalmente cubierta de niebla...
(Foto: elclubdigital.com)
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