Hoy en día tenemos claro que la privación de sueño es un grave riesgo para la salud. Pero en otros tiempos no tenían reparos en realizar estudios sobre humanos para determinar los efectos del insomnio. Uno de los más interesantes y espectaculares es el que fue realizado con Peter Tripp en 1959, que estableció el récord de 201 horas (casi 8 días y medio) sin dormir.
Después de tres días sin dormir, Tripp empezó a desarrollar una serie de comportamientos paranoicos y pequeñas alucinaciones, como "telarañas en la cara de los médicos" o "manchas de pintura en las mesas". Posteriormente, las alucinaciones se agravaron, y empezó a ver ratones correteando por la habitación. Posteriormente desarrolló la creencia de que uno de los médicos quería hacerle daño, y llegó a afirmar que él no era en realidad Peter Tripp, sino un impostor.
Ayudado por estimulantes, pudo aguantar hasta las 200 horas, y después se durmió al fin durante 13 horas. Lo peor de todo fueron las secuelas que el experimento pareció tener en la mente de Tripp: según su familia, su comportamiento cambió y se convirtió en una persona malhumorada; estuvo implicado en escándalos de soborno y llegó a divorciarse 4 veces a lo largo de su vida.
Posteriormente su récord fue batido por Randy Gardner, que se convirtió en 1964 en el ser humano que ha estado más tiempo sin dormir, un récord aún hoy imbatido de 264 horas (unos 11 días), y esta vez sin usar estimulantes. En este caso, Randy Gardner llegó a tener alucinaciones en las que aseguraba que era un famoso jugador de fútbol americano. Además, al final del experimento había perdido la capacidad de retener en la memoria todo lo que hacía (memoria reciente). En este caso no se registraron cambios posteriores de comportamiento.
Sin embargo el récord de Gardner parece haber sido batido varias veces, (aunque de forma no suficientemente documentada). En cualquier caso, actualmente no es una categoría de Record Guinness aceptable, ya que Guinness se niega a supervisar esta prueba debido a los evidentes riesgos para la salud física y mental que reviste.
Posteriormente su récord fue batido por Randy Gardner, que se convirtió en 1964 en el ser humano que ha estado más tiempo sin dormir, un récord aún hoy imbatido de 264 horas (unos 11 días), y esta vez sin usar estimulantes. En este caso, Randy Gardner llegó a tener alucinaciones en las que aseguraba que era un famoso jugador de fútbol americano. Además, al final del experimento había perdido la capacidad de retener en la memoria todo lo que hacía (memoria reciente). En este caso no se registraron cambios posteriores de comportamiento.
Sin embargo el récord de Gardner parece haber sido batido varias veces, (aunque de forma no suficientemente documentada). En cualquier caso, actualmente no es una categoría de Record Guinness aceptable, ya que Guinness se niega a supervisar esta prueba debido a los evidentes riesgos para la salud física y mental que reviste.
(Fotos: elbauldejosete.wordpress.com)
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