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domingo, 22 de febrero de 2015

Lord of the Selfies 13/2/15: El desmantelamiento de la educación pública (I)


¡Buenos días! Voy a aprovechar esta sección de La Linterna para abrir un ciclo de ensayo con ideas que me carcomen por dentro. Y lo que más me carcome es lo que más me toca de cerca. Y lo que más me toca de cerca es el estado de la educación pública en España.

Yo soy profesor de Educación Secundaria, y trabajo en un I.E.S. público. Es decir, soy un trabajador del estado y de la comunidad autónoma. Soy un servidor público, como un policía, un médico de la Seguridad Social, un juez, un notario, un barrendero (en aquellos lugares en los que aún se gestionan esos servicios a través de empresas públicas) o un administrativo de cualquier organismo oficial. Mi sueldo, como el de todos ellos, sale de los impuestos.

Mi trabajo es virtualmente fijo, es decir, mientras no cambien las leyes, es prácticamente imposible que yo pierda mi puesto de trabajo. Mi sueldo es bastante bueno, comparado sobre todo con el de los trabajadores de las empresas privadas. En mi sueldo se retiene el 25% de impuestos, aunque no me quejo; me parece un porcentaje justo.

Puesto que mi trabajo de profesor tiene un horario que, aunque inflexible, es bastante bueno, eso, sumado al sueldo y a la condición de fijo, hace que sea uno de los más deseados en este país. Cierto es que realizo una gran cantidad de horas extra de trabajo en mi casa que no están contempladas en mi sueldo, y mi día a día se basa en pasarme varias horas en un estado de tensión continua, enfadado, gritando, controlando el comportamiento de una media de 100 adolescentes al día.

No obstante, amo mi trabajo y considero que es uno de los mejores que se pueden tener en este país. Por ello, hay mucha gente que piensa como yo, lo que genera una demanda enorme que es satisfecha con una oferta pequeña y menguante. El método de acceso es tremendamente difícil, y es un proceso que asegura que solo aproximadamente el 5% de las personas que lo intentan obtengan el puesto. Esto es importante señalarlo, porque nos dice que, por un lado, el proceso está abierto a cualquier persona, no es un nombramiento a dedo ni depende de una valoración arbitraria, sino que es evaluado en todo momento por un tribunal de 5 expertos. Por otro lado, esto nos recuerda que todos los profesores públicos que trabajan hoy en día han sido seleccionados entre muchísimos aspirantes por su competencia, lo cual nos puede dar una idea de su profesionalidad y talento.

Una vez sentadas las bases de la afirmación del que escribe, paso a relatar el actual estado de la educación pública en España, por supuesto desde mi punto de vista y hasta donde alcanza temporal y espacialmente mi experiencia. El estado actual de la educación pública es crítico. 

Creo que el mayor error que estamos cometiendo los profesores es no saber transmitir de una forma lo suficientemente profunda el daño irreversible que se les está haciendo educativamente a sus hijos. Desde hace ya varias legislaturas, la educación pública ha sufrido abusos sobre el profesorado y sobre el alumnado que no han hecho sino recrudecerse con el tiempo.

Como este texto ya se ha dilatado suficiente, empezaré con el verdadero ensayo en la próxima semana, pero baste un ejemplo con el que os dejo para que vayáis pensando: en mi centro, el recorte de un 22% del presupuesto para gastos de funcionamiento el próximo curso puede hacer que no se pueda pagar la calefacción en invierno (y os digo que he visto a muchos alumnos pasarlo muy mal cuando se ha estropeado); sin embargo, muy pronto recibiremos un enorme partida de tablets para los alumnos de 1º de ESO. Tablets que no necesitan, que algunos romperán, perderán o incluso venderán muy pronto y por las que algún fabricante se ha embolsado unos cuantos millones de euros.

(Foto: recursostic.educacion.es)

2 comentarios:

  1. Si. Totalmente cierto!!! Sin calefacción , sin Internet en escuelas TIC , pero con tablets. Y dicen que la educación está blindada, claro no entra ni un euro!!!

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