Alphonse Gabriel Capone, más conocido como Al Capone, nacido en Nueva York en 1889 y muerto en Miami en 1947, fue el más famoso líder del crimen organizado de todos los tiempos. Controlando la mafia de Chicago en los años 20 y 30 del pasado siglo, su imagen, su control de las instituciones y su fortuna creció hasta límites insospechados, sobre todo debido al contrabando de alcohol durante la Ley Seca y a su red de locales de juego. En 1934, fue condenado por evasión de impuestos y encarcelado en Alcatraz. Debido al avanzado estado de demencia que presentaba en 1939 por causa de la sífilis, fue puesto en libertad ese año y se recluyó en una casa que tenia en Miami, donde murió ocho años más tarde. Sus padres eran emigrantes que habían llegado a Nueva York desde el sur de Nápoles.
Sin embargo, la excéntrica figura de Al Capone tiene unos matices muy interesantes, muchos de los cuales pasan desapercibidos para la mayoría de las personas que han conocen la historia del gángster. Por ejemplo, durante mucho tiempo, fue considerado un "adalid" de las clases desfavorecidas, ya que su origen humilde a veces le hacía participar de causas humanitarias que le hicieron muy popular entre la gente humilde de Chicago. Por ejemplo, durante la Gran Depresión económica de finales de los años 20, fue el primero en todo el país que abrió comedores sociales, sirviendo tres comidas diarias gratuitas, acción que poco después el resto de ciudades americanas empezaron a imitar.
Pero su aportación más importante se produjo a raíz de una hecho fortuito. Un familiar cercano de Al Capone, un niño, enfermó por consumir leche en mal estado, lo cual en aquella época era de lo más natural, ya que no existía ningún tipo de regulación sobre el tratamiento y esterilización de la leche, y ningún tipo de etiquetado sobre fechas de caducidad, ni en la leche ni en ningún otro producto.
Pues bien, Al Capone fijó su mirada en la industria láctea, y como la Ley Seca estaba a punto de abolirse, el negocio del contrabando de alcohol iba a dejar de ser rentable, por lo que decidió comprar una planta procesadora de leche, la Meadowmoor Dairies, y presionó al consejo de la ciudad de Chicago (lo cual era bastante fácil para él) para que aprobase un ley exigiendo que todas las botellas de leche llevaran impresas la fecha de caducidad.
Este tipo de etiquetado se extendió poco después al resto de los productos perecederos, y así Al Capone se convirtió en el responsable de que hoy en día exista la fecha de caducidad en los productos alimenticios. Quizá lo hizo porque sentía un respeto imperecedero ante las clases bajas de las que él procedía. O quizá influyó el hecho de que su hermano, Ralph Capone, tenía el monopolio de las máquinas estampadoras de fechas de caducidad (jejeje).
En cualquier caso, gracias, Scarface.
(Foto: blogs.elconfidencial.com)
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