
Hoy estrenamos sección: Zipizapesco, la sección dedicada a los comics. Y qué mejor forma de empezar que con mi comic favorito. Al que me conozca, no le descubro nada diciéndole que soy fan del manga. Pero, al margen y a riesgo de incrementar mi nivel de imagen freak para el resto del mundo, tengo que puntualizar que El caminante (Aruku hito) de Jiro Taniguchi tienemás atractivo que el convencional de un comic japones para el europeo medio. Y eso es porque, para empezar, Taniguchi es considerado uno de los autores más occidentales, sino el que más (Solo hay que fijarse en su trazo, en su descripción de la acción y en el culto a los detalles comunes, que lo hace parecer algo así como el "Hergé japonés").
El caminante es, además, un comic nada común (y eso es lo que lo hace tan atractivo para mí). Su originalidad radica en que casi no ocurre nada durante toda la historia. La acción adquiere un papel secundario frente al escenario. Ciertamente es una lectura placidísima, solo para regalarse los ojos, dsecansar la mente, y disfrutar de la placidez y el estilo de vida contemplativo que, por otro lado, tanto les gusta a los japoneses (probablemente para compensar su ritmo de vida opuesto).
Ojo, esta no es una obra única en su especie, ni siquiera para el mismo autor (ya tendré ocasión en esta sección de hablar de otras maravillosas obras de Taniguchi). Pero quizá es la que mejor ilustra este tipo de subgénero dentro del comic. Disfrutar de este comic es como dejar de ver una película de acción para cambiar a un documental de naturaleza. Y a veces eso es algo muy placentero, la verdad.
(Imagen: pinterest.com)
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