En principio, teniendo en cuenta la orientación de la costa brasileña, uno pensaría que es mucho más fácil ver un amanecer que una puesta de Sol. Y así es. Pero al norte de la ciudad de João Pessoa se encuentra la Praia do Jacaré, un lugar en el que la desembocadura del río Paraíba forma un precioso delta tropical en el que se puede disfrutar de atardeceres espléndidos. Es un sitio turístico pero tranquilo, con preciosas tiendas de ropa y productos típicos, así como lugares para merendar deliciosas tapiocas.
Para redondearlo, justo en el momento de la puesta de Sol, un tal Jurandy do Sax, que lleva ni se sabe cuánto allí, sale cada día del año en una barca y toca el Bolero de Ravel en su saxofón. Algo increíble. Cuando cae la noche, empiezan a aparecer músicos que ocupan algunos pequeños escenarios en el paseo. Algún otro día hablaré de la impresionante calidad de los músicos callejeros y de los bares en Brasil.
En fin, una de las mejores experiencias que he vivido en tierras brasileñas. Y encima lo hice junto a la mejor persona posible, la responsable de mi felicidad. ¿Qué más se puede pedir?
(Foto: epem.com.br)
No hay comentarios:
Publicar un comentario