Este señor y esta señora son Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart. A principios de 2012, estos dos economistas de Harvard publicaron un revolucionario trabajo sobre la relación entre la deuda de un país y su crecimiento económico. Este trabajo es muy técnico, pero se puede resumir en lo siguiente: cuando la deuda de un país supera el 90% de su PIB, su crecimiento económico cae en picado.
Pues bien, esta teoría fue encumbrada hasta la saciedad por todos los gobiernos y por todos los teóricos partidarios de la austeridad y de los recortes, ávidos de un marco teórico que justificara sus ansias de privatización y de liberalización de los sectores económicos de sus estados (además, el artículo se publicó justo después de que Grecia iniciase su caída, por lo que tenía más que sentido). Se creó, por tanto, un famoso "punto de inflexión" al que las economías públicas no querían acercarse, y cuya cercanía "fantasmal" era la excusa perfecta para recortar y privatizar servicios.
Desde el principio, fue un estudio sometido a crítica por una serie de economistas (a los que no se tuvo en cuenta, por supuesto), que sostenían que una correlación negativa entre la deuda de un país y su crecimiento económico (es decir, que la primera subiese y el segundo disminuyese), no implicaba necesariamente que la consecuencia del segundo fuera la primera. De hecho, está demostrado que, en el caso de Japón, fue al contrario, ya que el hundimiento de su crecimiento en los años 90 provocó el aumento de su deuda.
Y ahora viene lo mejor, señoras y señores: al analiazr una serie de economistas de la Universidad de Massachusetts (extrañados por que sus resultados eran difíciles de reproducir) la hoja de cálculo original en la que Rogoff y Reinhhart realizaron su simulación y sus cálculos, descubrieron que los dos "reyes de la planificación económica" habían omitido datos en sus cálculos, habían utilizado extraños y dudosos procedimientos estadísticos y, lo mejor de todo, habían cometido un error de codificación del excel. Conclusión: dspués de aplicar las correcciones necesarias, el famoso umbral del 90% desaparece por arte de magia, y no hay ni rastro de él.
La sincera y humilde opinión de este profano en terrenos económicos que les habla es la siguiente: resulta más que espeluznante comprobar que la mayoría de los estados han justificado sus políticas de recortes y de austeridad mediante un estudio fallido, solo porque les interesaba para demostrar las tesis que ellos querían demostrar; resulta mucho más que espeluznante pensar en la cantidad de servicios públicos que se han ido al garete (algunos de forma irreversible) y de gente que se ha ido al paro por influencia, aunque sea indirecta, de un trabajo erróneo. Juzguen por ustedes mismos.
(foto: guardian.co.uk)
Es escandaloso, aunque ya estamos curados de espantos y mentiras.
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