Quizás el rostro más espeluznante de la historia de Hollywood se encuentra en la adaptación que Stanley Kubrick realizó del libro de Stephen King. No he tenido el gusto de leer el libro, pero si el de ver esta película varias veces.
Esta película fue, por lo visto, un excelente ejemplo del legendario perfeccionismo de Kubrick, y tento es así, tanta era la presión a la que sometía a los actores y tantas las veces que repetían las escenas que cuentan que la actriz protagonista, Shelley Duvall, tuvo crisis nerviosas y perdio bastante cantidad de pelo (de hecho, se rumorea que el propio Kubrick la insultaba y la maltrataba psicológicamente para que se metiera más en su personaje), mientras que Jack Nicholson llego a encañonar al director con una pistola en una ocasión (esto último parece difícil de creer).
En cualquier caso, se trata de un excelente ejemplo del cine de terror psicológico, en el que las escenas y las referencias de terror explícito son realmente mínimas, y la mayor parte de la incomodidad del espectador se debe al ambiente opresivo, a la música y otros muchos trucos del señor Kubrick.
Baste decir que he tenido la ocasión de ver el "making off", dirigido por la hija del director, Vivian Kubrick como extra en el DVD original y me ha parecido una obra maestra (y si el "making off" de una película es una obra maestra, imaginad cómo debe ser la película).
(foto: filmaffinity.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario