Un hecho curioso ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial. La Serenísima República de San Marino, conocida como el estado soberano más antiguo del mundo (ya que ha mantenido sus fronteras y su organización desde el siglo IX), se mantuvo neutral durante el dicha guerra (lo cual es obvio si pensamos que estaba rodeada de territorio leal a Mussolini, y recordamos el afán anexionador del payaso fascista).
Pues bien, a finales de 1944, las tropas aliadas habían conseguido liberar el territorio italiano circundante, así que San Marino aprovecho la coyuntura para, lealmente y con una "valentía" sin límites, unirse al ejército aliado y declarar formalmente la guerra al III Reich. Sin embargo, poco después un contraataque alemán volvió a poner a la República dentro del territorio nazi, con lo que San Marino no pudo hacer otra cosa que, de una forma bastante ridícula y por teléfono, firmar la rendición incondicional.
Posteriormente, cuando los aliados habían retomado (esta vez definitivamente) el terreno alrededor de la República, los sanmarinenses volvieron a declarar la guerra a Alemania. Eso sí, no creo que enviaran ningún soldado al frente.
(foto: upload.wikimedi.org)
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