Hoy os traigo otra comedia no actual. Se trata de una serie de los 90 que, tras esa apariencia de serie facilona y ese título traducido de una manera infame (como tantas veces hemos hecho en este nuestro país sin aprender), esconde un guión más que divertido, sin grandes pretensiones, pero que a mí, que soy un amante absoluto de la comedia sofisticada de Frasier, me arranca muchas carcajadas.
Un ejemplo claro de que a veces las cosas simples no lo son tantos (y, por cierto, a veces también las cosas que se nos presentan como complejas sí lo son en realidad, simples y vulgares, lo que es mucho peor).
(Imagen: Wikipedia)
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