Birdman es una película única en muchos sentidos. A pesar de lo reconocido y alabado de su director, Alejandro González-Iñárritu, esta es la única película del realizador mexicano que me gusta, personalmente. La historia maravillosamente contada en una especie de falso (pero muy bien disimulado) plano secuencia eterno sobre los problemas físicos, psíquicos y sociales de un actor que sufre las terribles consecuencias de un tremendo éxito en su pasado está contada de una forma magistral, con interpretaciones maravillosas de Emma Stone, Edward Norton y por supuesto de un Michael Keaton que ganó multitud de premios (aunque no el Oscar que quizá merecía) y que interpreta a una versión extrema y en crisis de sí mismo y de su propia vida.
Una joya, además de una obra maestra del cine, que casi podría inaugurar un género cinematográfico por sí sola. Y además, tremendamente divertida.
(Foto: elplatondepalomitas.blogspot.com)
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